¿Cómo reconocer una puerta de seguridad homologada?



Las puertas de seguridad pueden ser una excelente opción para cualquier hogar, y no solo por su protección contra las intrusiones. Independientemente de su tipo, una puerta de seguridad posee ventajas con respecto a una puerta convencional.

Pero no todas las puertas de seguridad son construidas igual. Como clientes debemos estar al tanto de que existen diferentes niveles de protección y seguridad que una puerta puede ofrecer.

Vamos a conocer un poco más sobre el mundo de las puertas de seguridad homologadas. Con este conocimiento podrás reconocer y elegir la puerta de seguridad que mejor se adapte a tus gustos y necesidades.

Puertas Blindadas vs. Puertas Acorazadas

Desde el primer momento, el nombre de la puerta te da una indicación de la protección que puedes esperar de la misma. La distinción entre puertas blindadas y acorazadas está fundamentada en la forma en que están construidas y se trata de un criterio comercial.

Una puerta blindada tiene una hoja construida en madera recubierta total o parcialmente con una lámina metálica. Se considera que son un tipo de puerta de seguridad básica, aunque en todo caso mejor que una puerta de paso convencional.

Segun expertos de Puertas Acorazadas, a quienes puedes conocer mejor presionando este enlace, las puertas blindadas suelen venir sin ninguna certificación y por lo general no pasan por la homologación de un laboratorio independiente.

Por el contrario, las puertas acorazadas poseen una estructura metálica integral. Esta puede estar recubierta (por razones estéticas) por paneles de madera que pueden imitar perfectamente una puerta convencional, pero siendo muchísimo más resistentes que estas.

Es importante insistir en que la calificación de una puerta como blindada o acorazada se trata de un consenso entre los fabricantes. No existe una norma que haga tal distinción.

Normativas y certificaciones para puertas de seguridad

Independientemente del nombre comercial que se le quiera dar a un tipo de puerta, existen certificaciones y ensayos que permiten clasificar las puertas de seguridad. Las más reconocidas son la norma europea UNE 1627:2011 y la española UNE 85160:2013, que se complementan entre sí.

La seguridad estructural de una puerta de seguridad, en especial la dificultad para abrirla por medios violentos, suele certificarse mediante el cumplimiento de la norma europea UNE 1627:2011. A través de esta se clasifica a la puerta en 6 clases diferentes.

Las dos primeras clases no se consideran puertas de seguridad, según el consenso de los especialistas. Pero las puertas clase 3 en adelante representan la práctica totalidad del mercado de puertas de seguridad.

Las puertas más seguras del mercado son clase 6, y pueden resistir el ataque de un ladrón resuelto y equipado que no está preocupado por el nivel de ruido. Este tipo de puertas son el tope del mercado, por tanto, vienen con un elevado precio.

Norma española UNE 85160:2013

Para que una puerta esté considerada y cubierta por esta norma, debe poseer al menos una certificación de clase 3 en la norma UNE 1627. Ambas se complementan y la norma española establece criterios adicionales para medir la protección de la puerta.

De acuerdo a CerrajeroPro, cuando una puerta se dice homologada con respecto a esta normativa, esta afirmación debe venir acompañada de una serie de letras y números. Estos caracteres representan los diferentes niveles de protección a los ataques manuales, al mecanismo de cerradura.

De igual forma se toma en cuenta el nivel de seguridad y funcionalidad del control de acceso, la detección de los ingresos no autorizados (existencia de alarmas y sensores) e incluso el método de instalación de la puerta.

Si un laboratorio certificado emite una calificación bajo la norma UNE 85160:2013, sin dudas estamos hablando de una puerta de seguridad homologada.




Comentarios