Vuelves a casa,
sacas la llave del bolsillo y al meterla en la cerradura no quiere entrar. Lo
intentas a ciegas varias veces, hasta que bajas a echar un ojo y te encuentras
los signos inconfundibles de pegamento dentro de ella.
Con suerte (y
paciencia) el pegamento se podrá remover, pero en la mayoría de los casos toca
llamar a cerrajero. Y esto incluye, casi siempre, un reemplazo de emergencia del
bombín. Nuestro momento de descanso convertido en frustración y molestia por el
vandalismo.
Luego de esto
surgen algunas preguntas, ¿Qué tan común es el vandalismo en cerraduras? ¿Con
qué elementos se comete con más frecuencia? ¿Existe algún propósito detrás de
estos hechos? Intentaremos responder algunas de ellas a continuación.
Palillos, superglue y “vandalismo
involuntario”
Más adelante
hablaremos un poco de las motivaciones del vandalismo. Por ahora nos
conformamos con establecer que se trata de algo mucho más común de lo que la
mayoría admite. Los cerrajeros lo saben a la perfección, pues atienden cientos
de llamadas de este tipo al año.
Cerrajeros profesionales, a quienes puedes contactar presionando el vínculo siguiente, comentan que en la mayoría de
los casos se utiliza pegamento de secado rápido (Super Glue es una de sus
marcas comerciales) para bloquear los mecanismos de la cerradura. Si no se
retira en pocos minutos, estos pegamentos pueden inutilizar los mecanismos del
bombín.
Otro elemento
común son variedades de siliconas, desde las que se colocan con calor hasta
aquellas que fraguan en frío. Al ser pegamentos relativamente suaves, muchos
propietarios son capaces de retirarlos por su propia cuenta con mucha
paciencia.
Finalmente
tenemos los palillos de madera. Estos se han convertido en una tendencia
creciente en España, donde se les vincula a intentos de robos de pisos. Los
palillos de madera evitan la introducción de la llave, total o parcialmente,
impidiendo cerrar por fuera nuestras puertas.
Como una nota
curiosa, muchos propietarios han vandalizado involuntariamente sus cerraduras
al tratar de lubricarlas. El uso de lubricantes líquidos (como el popular
3-en-1) lava la grasa necesaria para el funcionamiento de los delicados
mecanismos del bombín. La cerradura se seca y se atasca.
En algunas
semanas es posible que el propietario comience a tener problemas para abrir la
cerradura que el mismo intentaba conservar. Aprovechamos para desaconsejar el
uso de aceites de este tipo en cualquier cerradura.
Las motivaciones del vandalismo
La mayoría del
público tiende a pensar que se trata de alguien que tiene algún problema
personal contra nosotros. Aunque la mayoría de las veces esta presunción es
cierta, no hay que descartar prematuramente otras motivaciones.
Según expertos que han trabajado con Cerraduras Jis, cuyo sitio web es https://seguritek.es/cerraduras-jis/, afirman que el robo es la
segunda motivación más común para el vandalismo en cerraduras, en especial con
el uso de palillos. Los ladrones esperan que, al impedirnos echar las llaves
para cerrar, dejemos la puerta abierta. Unos pocos minutos son suficientes para
que entren a robar.
La recomendación en estos casos es quedarse en casa, con la puerta bien vigilada, y llamar a un cerrajero de urgencia. No descartes que los ladrones conozcan tus hábitos e intenten entrar creyendo que no estás en casa.
Por último, te
recomendamos que instales un escudo magnético o acorazado para proteger el
bombín y la cerradura. Al ocultar la bocallave, evitas casi cualquier intento
de vandalizar el bombín y la cerradura.
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